El pie plano es consecuencia de la falta de desarrollo de los ligamentos de la planta del pie que forman el arco plantar de los niños, explicó Jorge Gómez Chavarría, cirujano ortopedista pediatra del Hospital General Regional (HGR) número 2 Villa Coapa, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La ausencia del arco normal en los menores hace que éstos caminen apoyando toda la planta del pie en el suelo; además, el talón se encuentra desviado (talón en valgo) y provoca que el pie quede mal alineado, detalló.
Existen dos tipos de pie plano, indicó el especialista: el flexible o asintomático y el rígido o doloroso. El primero es el más común, se presenta en 80 por ciento de los niños y puede estar en esa etapa hasta los cinco años de edad.
El rígido o doloroso puede manifestarse después de los nueve años, a través, por ejemplo, de la coalición tarsal (unión anormal entre dos huesos en la parte posterior del pie), o estar relacionado con algunas enfermedades, tales como trastornos neuromusculares del tipo parálisis cerebral o afectaciones en la columna vertebral, agregó Gómez Chavarría.
Los síntomas que presenta el segundo tipo son dolor, deformidad progresiva, limitación en la movilidad de articulaciones del pie, tobillo y puede presentar contractura del tendón de Aquiles. Las consecuencias de tener un pie plano rígido es que llega a provocar desgaste prematuro y anormal de las articulaciones, con lo que pierde movilidad y se vuelve más doloroso de manera constante.
El cirujano ortopedista explicó que la etapa más adecuada para realizar un diagnóstico de pie plano es cuando el niño camina solo –cuando permanece sentado es visible el pie con arco; sin embargo, al realizar el apoyo del pie, éste desaparece–.
Cuando el menor apoya sobre la punta de los dedos, el arco se reconstituye y el talón en valgo desaparece, además de que la movilidad de las articulaciones del pie y tobillo son normales.
El tratamiento que se recomienda consiste en ejercicios para fortalecer los ligamentos de la planta del pie, caminata de puntas, talones y sobre el borde externo de los pies, apuntó.
Gómez Chavarría añadió que ésta es una causa frecuente por la que los padres llevan a sus hijos a consulta, debido a que notan que el niño no tiene desarrollo del arco plantar y el talón se ve hacia adentro. Sin embargo, aseguró que ese arco se desarrolla poco a poco, a medida que la musculatura de los pies del menor se fortalece con ejercicios.
Por ello, recomendó acudir con el ortopedista pediatra para detectar y dar el tratamiento oportuno en caso de que el menor presente este padecimiento, así como para recibir información precisa y actualizada sobre el tema.
Por Vanesa Reyes