Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal firmó con la República Francesa una Carta de Intención para la Cooperación Interinstitucional que permitirá la conservación y protección de la zona de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.
La carta de intención fue signada por la Autoridad de la Zona Patrimonio Mundial, Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, Gustavo Cabrera Rodríguez, y el director de la Agencia Francesa para el Desarrollo, Jean-Marc Liger.
Mancera explicó que para la conservación de las 7 mil 534 hectáreas de superficie de la zona, Francia contribuirá con una aportación total de 12 millones de euros durante los siguientes cuatro años, para trabajar de manera conjunta en investigación, conservación, protección y desarrollo sustentable.
A partir de dicho convenio, la administración capitalina trabajará en esta zona de canales y chinampas, declarada Patrimonio Mundial, Cultural y Natural desde 1987 por la Unesco, con base en cuatro ejes fundamentales: agua, ordenamiento territorial, desarrollo sustentable y cultura.
El trabajo en esta zona tendrá continuidad en su mantenimiento, para lo cual se invitó a especialistas y a quienes desde la academia y las organizaciones no gubernamentales suman sus esfuerzos en la materia.
Entre ellas está el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México y el plantel Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Dichas instancias universitarias desarrollan proyectos en torno al ajolote, especie endémica de la zona, así como un censo de chinampas y un estudio que permitirá determinar cuántos kilómetros de canales, apantles y acalotes existen, entre otras acciones.
Además se buscará la certificación de los productos cultivados en la zona, en virtud de que existen 480 productores de Xochimilco que comercializan hortalizas dentro de la Central de Abasto de la ciudad de México.
Al acto asistió la Autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México, Alejandra Moreno Toscano, así como legisladores locales, representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia, miembros del sector académico y productores chinamperos, entre otros.
Por Elsa G. Macías